jueves, 14 de marzo de 2013

Jorge Mario, cardenal Bergoglio... FRANCISCO

Benedicto XVI con el entonces Card. Bergoglio, ahora Papa Francisco



El mundo entre dos Papas, Benedicto y Francisco. Nuevo Pedro. La posición destacada de Pedro -el Apóstol- aparece muchas veces en la Biblia...si mis estudios de teología no fallan creo recordar que estas alusiones a la importancia de Pedro tienen distinta antigüedad y pertenecen prácticamente a todas las etapas de la formación de los escritos del Nuevo Testamento.

 

Resumiendo; la tarde noche de ayer (13 de marzo) ha sido un día histórico en la vida de la Iglesia. Ha sido elegido para ocupar el puesto de Pedro el Cardenal Bergoglio, hasta ahora arzobispo de Buenos Aires (Argentina).  La persona del Papa y su labor recuerdan el ministerio de Pedro como un servicio a la unidad de toda la Iglesia. Claro ha quedado esta tarde cuando los cardenales han ido a buscar un nuevo Pedro casi al fin del mundo según la expresión del Papa Francisco. Él es ahora la piedra sobre la que se edifica la Iglesia.

 

Yo creo que no podemos pedirle a ningún Papa que sea perfecto, ni que reúna todas nuestras expectativas dado que el primero de ellos (Pedro) al que Cristo mismo escogió fue también un discípulo inconstante que incluso negó al Señor.

Mañana celebraré la Misa citando al nuevo Pedro cuyo ministerio ha de recordarnos aquello que tiene una validez permanente por encima de todo lo que históricamente se puede ir cambiando.

 

"Ahora te digo yo:

Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia,

y el poder del infierno no la derrotará. Te daré las llaves del Reino de los cielos; lo que ates en la tierra, quedará atado en el cielo, y lo que desates en la tierra, quedará desatado en el cielo"

(Mt 10, 18-19)

 

Me gustó especialmente, de entre sus palabras desde el balcón de San Pedro, que se refiriese a los cardenales como los hermanos cardenales...como hizo en su día Benedicto XVI, como dejándonos claro que el Papa no tiene primacía sobre la Iglesia, sino en la Iglesia como cabeza de todos los obispos del mundo...tiene por tanto una función de unidad.

 

¿Qué os parece si nos “unimos” a él rezando con y por él como nos ha pedido?