Niño Jesús de la Basílica de San Pedro, Vaticano
Pero
ningún espíritu humano puede comprender que Dios entre desde la eternidad en lo
finito pasajero, que dé un paso para atravesar la "frontera" hacia lo
histórico... Sin embargo, aquí está en juego la más íntima esencia de lo
cristiano. En este campo, el pensamiento por sí solo no llega más allá. Un amigo
me dijo una vez unas palabras con las que he llegado a comprender mucho más que
con el mero "pensamiento". Estábamos hablando de esa clase de cuestiones, y me
dijo: "¡El amor tiene esas cosas!". Esas palabras me han ayudado siempre. No es
que hayan aclarado mucho la inteligencia, sino que apelan al corazón y permiten
presentir el misterio de Dios. El misterio no se comprende nunca, pero se hace
más cercano, y el peligro de "escándalo" desaparece.
Romano
Guardini, El Señor
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