Cuando el año pasado (el 2011) iba
tocando a su fin hice un propósito que creo que solo comenté con algún amigo
sin llegar a creerme yo mismo que llegaría a realizarlo. Se trataba de poner
365 entradas en el nuevo año 2012. Hoy está a punto de terminar. Pensaba que no
lo daría logrado porque mantener una media de una entrada al día en el blog
cuesta lo suyo. Las muchas actividades que entre todos hemos sacado adelante a
lo largo de este año hacen que hoy tenga que dar gracias a Dios una vez más por
los que formáis esta comunidad cristiana que aspira a ser siempre un
hogar de la Fe. Me he levantado de la mesa unos minutos para escribir
esto aquí y cumplir con el propósito. Mientras lo hago veo en mi habitación el
belén que tengo de figuritas pequeñas...tengo una que está rota: es una mujer
que camina apresurada con un farolillo en la mano; y también un ángel que este año he
subido sobre un soporte de cartón que creo era la caja de una colonia...no
importa nada de todo eso porque caben en el belén. A fin de cuentas en el belén
que puso Dios en la primera Navidad también había figuras rotas.
Pienso
que Dios seguirá poniendo el Belén en esta parroquia; no me refiero al que
ponemos simbólicamente en la iglesia ni en la capilla (este año muy vip ambos)
sino a aquel otro que nosotros formamos. Cuando Dios puso el primero lo llenó
de vida y de estrellas que arropasen a Jesús en el pesebre.
Hoy
el Señor...; dentro de unos minutos ya tengo que dejar de escribir porque escucho
de lejos una tele que anuncia la cercanía del fin de año y mi familia me
reclama. Me gusta pensar que la Puerta es María y que el Sol es Jesús que vino
a visitarnos. La Puerta del Sol.
El
propósito de este año (2013)...no sé todavía. Rezo, recemos; por las figuras
rotas de nuestro Belén. En especial, los enfermos y aquellas que ya no están
para ser puestas.
El
Señor ha puesto el tiempo en nuestras manos con su nacimiento. Ahora nos va a
regalar 365 razones para amar. Los cristianos somos así. Desde aquel día, cada
vez que ponemos el nacimiento o hacemos el belén de cada día, es como si Dios
mismo nos invitara a que le imitemos jugando a ser creadores de un universo de
corcho, barro, nieve y papel de plata (o aluminio), donde pueda reinar el
Señor.
¡Feliz
año nuevo a todos!