sábado, 6 de junio de 2020

Rezar en familia (12)


LA SANTÍSIMA TRINIDAD

7 de Junio de 2020.

Comentario a Juan 3, 16-18.

 

Celebramos la Gran Fiesta que nos abre a la Obra de la Salvación. Nos llena de gran alegría, porque nos acerca al Misterio de la Trinidad: Tres personas distintas y un sólo Dios verdadero. El Evangelista san Juan nos lo desvela como Amor del Padre a nosotros en el Hijo que nos acoge como hijos en Él, para así elevarnos a la categoría de hijos adoptivos de Dios: Dios nos hace hijos en el Hijo. Gratuitamente pero, con una condición: que, por nuestra parte, no se desvirtúe nuestro amor a Él. Y así podamos también ejercer el gran don de la libertad: porque nos da la gana.


Por lo tanto, con confianza, acogiéndole y dándole a conocer más y mejor. Creando como una cadena de amor para así corresponder a su amor. Esto exige de nosotros estar a la altura con generosidad. Procurar conocerle más y mejor. Y, dada nuestra debilidad, vencer las dificultades, apoyándonos los unos en los otros y en su gracia, que sabemos no nos faltará. Esto me ha movido a mí, para hacer estos comentarios que nos pueden ayudar en la comprensión de nuestra fe. Espero que los acojas con ilusión y con cariño de amigo.

Esta labor de santificación corresponde ahora de un modo especial y principalmente al Espíritu Santo, porque a Él fue encomendada por el Padre y el Hijo para el Tiempo de la Iglesia, que es el nuestro aquí y ahora. Debemos tratarle más con la mente y con el corazón. Y dado que somos limitados y débiles: Rezando al Espíritu Santo, tratándole, sugiriendo, preguntando, siendo dóciles, aprendiendo a escuchar más, sobre todo en el silencio, porque Dios suele “hablar bajito” y en la intimidad. En una palabra: manifestando más interés por las cosas de Dios. Procurar insertarnos más en el Hijo y, por Él, en el Padre: leyendo y meditando el Evangelio, en su mensaje: en sus hechos y dichos. Si no me creéis a mí, creed a las obras... Importa mucho descubrir la Humanidad Santísima de Jesús- es verdadero Dios y verdadero hombre- para que con amor permitamos que Él se inserte en nuestras vidas, creando una Nueva Humanidad formada por personas con auténtico sentido cristiano de la vida, dejando de lado los odios, rencores, dimes, diretes, trapisondas y engaños...

Estamos por lo tanto en el tiempo de la Iglesia, que es nuestro tiempo: Procuremos buscar medios para formarnos más y mejor profundizar en los misterios de nuestra fe. Dado que la Iglesia es Nuestra Madre, acudamos a ella solicitando su ayuda con los medios que el Señor le ha dejado como administradora de los medios sobrenaturales como son los santos Sacramentos. Todos, pero pienso de un modo especial en el sacramento de la Penitencia o Confesión, cuando lo recibimos con frecuencia y sencillez de corazón, reconociendo lo que dice san Pablo: “hemos sido rescatados por gran precio” (1 Cor 6, 20). ¡Vale la pena comprobarlo una vez más!...

Virgen de la Peña en la iglesia de Cobas (Ames)
Para terminar este comentario necesariamente quiero hacerlo recurriendo a Nuestra Madre la Virgen, que es la Hija de Dios Padre, Madre de Dios Hijo y Esposa de Dios Espíritu Santo, para facilitarnos su mediación. Termino con una cita que acabo de leer sobre este tema:

“No os entristezcáis si, en los momentos más estupendos de vuestra vida, os viene la tentación...de las fealdades mayores que es posible imaginar. Acudid a la misericordia del Señor, contando con la intercesión de su Madre y Madre nuestra, y todo se arregla. Después echaos a reír. ¡me trata Dios como a un santo! No tiene importancia ninguna: persuadíos de que en cualquier momento puede levantarse la criatura vieja que todos llevamos dentro. ¡Contentos y a luchar como siempre! ahora que nadie quiere hablar de batallas ni de guerras, no hay más remedio que recordar aquellas palabras de la Sagrada Escritura: Milicia es la vida del hombre sobre la tierra (Job 7,1) cfr. San Josemaría Escrivá, EN DIÁLOGO CON EL SEÑOR, pág. 273, abril de 1972, en El TALENTO DE HABLAR.

N.B.-Que no os indigestéis con el Comentario. Un cariñoso saludo y ¡mucho ánimo!


Simón David Castro Uzal sdavidcuzal@gmail.com para el 7 de Junio de 2020

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