sábado, 21 de julio de 2012

Apóstol Santiago


Desde el 25 de julio de 1122 cada vez que el día de Santiago cae en domingo se celebra, en la ciudad del Apóstol, año santo y jubilar. Así lo dispuso el Papa de entonces, Calixto II. Medio siglo después, el Papa Alejandro III, en 1179, mediante la Bula "Regis aeterni", le confirió carácter de perpetuidad a esta gracia jubilar. Desde entonces, el año jubilar compostelano se repite en secuencias de 11, 6, 5 y 6 años y vuelta a comenzar. Cada siglo hay catorce años jubilares. 2010 fue año santo, el 119 año jubilar compostelano de la historia. Los últimos años jubilares compostelanos fueron en 1976, 1982, 1993, 1999, 2004 y 2010 y los próximos serán en los años 2021 y 2027.



La veneración de las reliquias del Apóstol Santiago centra toda la historia y tradición jacobea. La esencia del año santo compostelano es, pues, la veneración de la tumba del primer Apóstol que bebió el cáliz del Señor Jesús.

A partir de esta creencia, avalada científicamente tras los estudios y hallazgos arqueológicos en la tumba del Apóstol a finales del siglo pasado y la correspondiente Bula del Papa León XIII "Deus omnipotens" de 1894, los "caminos" de Santiago pasan por la búsqueda, por el esfuerzo, por la reconciliación, por la gran "perdonanza", tal y como recoge la tradición jacobea.



. .. . El camino de Santiago se convertirá así en símbolo y metáfora de la condición cristiana y humana. La búsqueda del perdón de Dios por los pecados cometidos y la necesidad de la reconciliación configuran también la entraña del Jacobeo, que está lucrado por la Iglesia con indulgencia plenaria.

. . La tradición jacobea se inserta plenamente en la clave de las grandes peregrinaciones de la Edad Media -Roma, Jerusalén y Santiago se convertirán en los tres grandes y hasta competitivos focos de peregrinaciones- y en el entonces preponderante culto a las reliquias. En tiempos todavía de milenarios y de una visión teocéntrica de la realidad, esta tradición surgirá también como camino de penitencia y conversión.

Jesús de las Heras.
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