viernes, 25 de marzo de 2011

Carta desde Japón

He recibido esta carta a través del correo electrónico traducida por un sacerdote que estuvo en Japón y que le enviaron a él. Fue escrita en Sendai (Japón) el 14 de marzo pasado y la foto se tomó en la misma fecha en Akita Prefecture. No he tocado ni una coma.





Hola mi querida familia y amigos,



Primero quiero agradeceros vuestra preocupación por mí. Estoy conmovida. También deseo pedir disculpas por enviar un mensaje genérico a todos. Pero parece la mejor forma en este momento para que os llegue mi mensaje.

Las cosas aquí en Sendai han sido bastante surrealistas. Pero, estoy bendecida por tener maravillosos amigos que me están ayudando mucho. Mi choza ni siquiera merece llamarse así, por lo que me estoy quedando en el hogar de unos amigos. Compartimos los abastecimientos como el agua, el alimento y el combustible para el calentador. Dormimos alineados en un solo cuarto, comemos a la luz de la vela, compartimos historias. Es cálido, amistoso y hermoso.

Durante el día nos ayudamos unos a los otros a limpiar nuestros hogares. La gente se sienta en sus automóviles, observando las noticias en las pantallas de navegación o hacen fila para obtener agua potable cuando la fuente está abierta. Si alguien tiene abastecimiento de agua en su aguar, colocan un letrero para que la gente pueda llenar sus jarras y cubetas.

Es impresionante; donde estoy no ha habido robos, ni filas aglomeradas. La gente deja la puerta delantera abierta, pues es más seguro cuando ocurre un terremoto. La gente continúa diciendo: “así era hace años cuando todo mundo se ayudaba uno al otro”.

Los temblores siguen ocurriendo. Anoche ocurrieron cada 15 minutos. Las sirenas son constantes y los helicópteros vuelan seguido sobre nosotros.


Tuvimos agua por algunas horas en nuestros hogares anoche y ahora por medio día tan solo. La electricidad retornó esta tarde, el gas aún no.

Todo esto ocurre por áreas. Algunas personas tienen estas cosas, otras no. Nadie se ha bañado en varios días. Nos sentimos algo sucios, pero hay preocupaciones más importantes para todos ahora. Amo esta sensación de estarme desprendiendo de las cosas que no son esenciales. Estoy viviendo en pleno a nivel de instinto y de intuición, de cuidado, de lo que es necesario para sobrevivir. No solo para mí, sino para el grupo entero.

Las casas están en desorden en algunos sitios y en otros muebles o ropa colgada al sol, se pueden encontrar.

La gente hace fila para el agua y el alimento, pero pocos sacan a pasear a sus perros. Todo ocurre al mismo tiempo.

Otros gestos inesperados con belleza al principio, es el silencio de la noche y no hay automóviles, ni uno solo en las calles. Los cielos por la noche están salpicados de estrellas. Normalmente solo puedo ver dos, pero ahora el cielo entero está plagado.

Las montañas están firmes con aire gélido aquí en Sendai y podemos ver sus siluetas contra el magnífico cielo.

Los japoneses son increíbles. Retorno a mi choza-guarida para revisarla cada día y para enviar algunos emails (si hay electricidad) y encuentro alimento y agua dejados en la entrada. No tengo ni idea quién los deja, pero ahí están.

Ancianos con sombreros verdes van de puerta en puerta, verificando que todos se encuentren bien. La gente habla con extraños preguntándoles si necesitan ayuda. No veo ningún signo de miedo. Si de resignación, pero de miedo o pánico, no. Nos dicen que podemos esperar temblores posteriores e incluso otros mayores, durante un mes o más. Y estamos teniéndolos constantemente, se mece, se agita y se escucha ruido. Me siento bendecida pues en la parte de Sendai donde vivo, está un poco elevada y un poco más sólida que en otras. Así que, esta área está mejor que otras. Anoche el esposo de mi amiga llegó del campo, nos trajo alimento y agua. Bendecida de nuevo.

De alguna forma en este momento, me doy cuenta por experiencia propia que está ocurriendo en verdad un gran paso evolutivo cósmico y está ocurriendo en todo el mundo en este momento. De alguna forma al experimentar los eventos que están ocurriendo ahora en Japón, puedo sentir mi corazón abriéndose muy ampliamente. Mi hermano me preguntó si me sentía achicada por todo lo que ocurre. No lo estoy, al contrario, me siento parte de algo mucho mayor que yo que está sucediendo. Esta ola de nacimiento (global) es difícil pero magnífica.

De nuevo gracias por su cariño y amor por mí,

Con amor hacia todos,

Anne

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