sábado, 29 de febrero de 2020

¿Por qué la Confesión?


TIEMPO DE CUARESMA

Propicio para una buena confesión 

¿Por qué un sacramento para el perdón?

¿No sería mucho más fácil confesar los pecados directamente a Dios sin la mediación de un sacerdote?

Es cierto que sí podemos confesar nuestros pecados a Dios directamente, y debemos hacerlo siempre que pequemos. Le diremos que sentimos haber ofendido su gran amor y le pediremos que nos perdone. De este modo, si lo hacemos en serio se nos perdonan los pecados veniales.

Pero para el perdón de los pecados mortales, la enseñanza constante de la Iglesia es que debemos acudir al sacramento de la confesión, o hacer un acto de contrición perfecta, junto con la decisión de confesarnos tan pronto como nos sea posible.

Jesús desea hacerse inmediatamente presente a nosotros en la persona del sacerdote que escucha nuestra oración y nos absuelve. Después de todo, cuando nos confesamos directamente con Dios, no sabemos si estamos perdonados o no. No escuchamos con nuestros propios oídos las confortadoras palabras: “Yo te absuelvo de tus pecados…”.

Gracias a la medicación del sacerdote, Dios se hace “próximo” a nosotros en la concreción de un corazón también perdonado. A esto se suma la necesidad que todos tenemos de contar a alguien lo que hemos hecho, sea bueno o malo. Añadir que el sacerdote queda obligado al silencio para siempre. Nunca puede revelar nuestros pecados a nadie. Anímate a confesarte esta Cuaresma.

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