·
El arzobispo señala
que los adornos navideños son “la gracia de Dios y la alegría en la esperanza
cristiana”
“Es posible que tengamos que redescubrir
el hondo sentido de la Navidad que nos indica que el Misterio desconocido se ha
hecho presencia familiar en la plenitud de los tiempos”. Así se expresa el
arzobispo de Santiago, monseñor Julián Barrio, en una Carta Pastoral para el
Adviento, el tiempo que inaugura el año litúrgico en la Iglesia y precede a la
Navidad, cuyo primer domingo se celebra este día 3 de diciembre. “El
acontecimiento que celebramos en la Navidad”, asegura monseñor Barrio, “no es
uno más en la historia de la humanidad. Su mensaje ha de ser acogido y
conservado en nuestro corazón, sabiendo que la luz de Belén ilumina a todo el
que viene a este mundo”. El arzobispo compostelano afirma, además, que
“llegadas estas fechas, año tras año, oímos con frecuencia que la Navidad se
está descristianizando como si esto supusiera un pretexto para desentendernos
del compromiso que comporta”. En una vivencia auténtica de la Navidad, el
arzobispo compostelano indica que “los “adornos” navideños son la gracia de
Dios y la alegría en la esperanza cristiana”. Monseñor Barrio no se olvida de
que “muchas personas necesitan de nosotros. Con todas ellas hemos de vivir la
Navidad, ayudándolas con nuestra colaboración económica y llevándoles la Luz
que brilló en Belén”.
Monseñor Barrio recuerda que “es verdad
que la simbología religiosa en nuestras calles ya no es la de otros tiempos, e
incluso en algunos lugares se pretende que desaparezca, y que el consumismo con
el que queremos beber los tragos de una felicidad deslumbrante que no satisface
la inquietud de nuestro corazón, se desorbita”, al tiempo que “nos llenamos de
cosas y nos vaciamos de humanidad”; y señala, a la vez, que “es posible que
tengamos que redescubrir el hondo sentido de la Navidad que nos indica que el Misterio
desconocido se ha hecho presencia familiar en la plenitud de los tiempos”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario