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Un buen propósito para un hijo o hija de Dios. Ayer, la fiesta del Bautismo del
Señor nos lo recordaba. Somos hijos suyos.
Además estamos
empezando un año y eso siempre trae consigo algunas pequeñas metas (o grandes?)
y nuevos propósitos. Este anuncio, nos ayuda a tener presentes a las personas
recordando su nombre. Por cierto, ¿a qué nos gusta ver un 600? Buena semana a todos.
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