Adviento es tiempo de prepararse para ver “la salvación de Dios”. San Juan Bautista –nuestro patrón- anuncia: hay que preparar el camino para recibir la salvación de Dios. Hay que abrir caminos en el desierto de nuestro individualismo. Existe mucho llanto y dolor en el mundo. Hay que allanar los caminos que nos conducen al encuentro de todos.
Existen muchos exiliados, emigrantes y desplazados forzados. A su lado no faltan personas que los acompañan, que les infunden ánimo y valor, que los quieren y les hacen sentir el amor de Dios. Hay que derrumbar todas las barreras y esas montañas de vacilaciones y objeciones en las que nos hemos atrincherado.
En Adviento ¿cómo abrir caminos en nuestra vida tranquila y confortable y acortar la distancia que nos separa de los demás? ¿Cómo hacer que todos veamos la salvación de Dios?
En Adviento ¿cómo abrir caminos en nuestra vida tranquila y confortable y acortar la distancia que nos separa de los demás? ¿Cómo hacer que todos veamos la salvación de Dios?
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