lunes, 6 de julio de 2020

Rezar en familia (16)


DOMINGO 14 DEL T. O.-A.

5 de Julio de 2020

Zacarías 9, 9-10.-Salmo 144.-Rom 8,9. 11-13.-Mat. 11, 25-30

Comentario


SITUACIÓN Y ENCAJE DE ESTE EVANGELIO

1.- Discurso sobre la misión (Capítulo 10)

2.- Predicación en Parábolas (Capitulo 13)

3.- Actividades varias de Jesús en Galilea. (Capítulos 11 y 12): rezando, predicando y curando.


1º.- EJEMPLO DE TRATO PERSONAL E ÍNTIMO DE JESÚS CON SU PADRE:

Hoy se nos presenta Jesús con su ejemplo de oración personal y filial, intensa y en unión al Padre, dada su unión con Él. La oración presenta varias dimensiones: no se trata sólo de pedir, sino también de adorar, y sentir la acción de gracias y la alabanza, por su grandeza: la historia de la salvación, la creación. La sencillez de su vida en un Reino universal y de Gracia, por su dotrina y sencillez, en su búsqueda en espíritu y verdad para ser nuevas criaturas, p. ej. en la responsabilidad en el tráfico (jornada especial). Uniéndonos a la propuesta del Papa en este mes de Julio, para que las familias actuales sean acompañadas con amor, respeto y consejo. En las familias precisamente donde mejor se pueda dar esa relación de unión en el misterio de la Trinidad.


2º.- CENTRÉMONOS Y CUIDEMOS NUESTRA ORACIÓN EN FAMILIA:

Explica esto muy bien la Hermana Lucía de Fátima en una carta al hoy difunto Cardenal Carlo Caffarra diciendo “que el futuro de la humanidad se jugaba en la familia, porque, al ser imagen de familia trinitaria, el enemigo de la naturaleza humana, Satanás, no tenía mayor empeño en su lucha contra Dios que luchar y destruir la familia”. Luego volvía a insistir en ello: “porque en ella se juega el futuro de la humanidad y de la Iglesia...para crecer y realizar su misión”. (Magníficat, nº 200, pág 2. Julio 2020. (Red Mundial de Oración. Del Papa Francisco).

En este pasaje evangélico parece como si Jesús estuviese viendo cierto fracaso o rechazo, tanto hacia su persona como hacia lo que dice o enseña, precisamente de parte de los más celosos, los escribas y fariseos, y de quienes podía esperar mejor acogida por su preparación. No se enfrenta con ellos, pero sí entra en diálogo íntimo y personal con el Padre en oración de alabanza y acción de gracias, en perfecta confesión de adhesión a su voluntad, que está en los limpios y sencillos de corazón. Sólo en este pasaje y en Getsemaní Jesús se expresa con esa encantadora sencillez de un niño ante el plan de alabanza al Padre. Te doy gracias, Padre... porque has escondido estas cosas a los sabios y entendidos, o doctos. ¿Quiénes son éstos?...

3º.- NO SEAMOS REDUCCIONISTAS:

Entiendo que son los que juzgan todo vinculándolo a su personal saber y entender, a lo que han aprendido, o vivido. Reducen por lo tanto la fe a su inteligencia o apreciación y no están acogiendo, están simplemente juzgando o evaluando, y de ahí no dan salido, intentando someter a una prueba más a Cristo en su respuesta de fe.

Termina este evangelio diciendo: Tomad mi yugo sobre vosotros y aprended de mí. Porque mi yugo es llevadero y mi carga ligera. Ordinariamente hay yugos para un sólo animal o para dos. En los segundos, la carga va más repartida. Pero también en la primera opción. Porque en cualquier caso el Señor nos promete su ayuda. Pienso que la lección debo tomarla yo como personalmente y responsablemente mía, pero sin despreciar nunca la ayuda que me pueda venir de afuera de ni. Es decir: del Señor, acogiéndome a su promesa. Cualquier carga tiene peso, pero si acogemos la del Señor, adquiere alas. San Agustín pone el ejemplo del pájaro: las alas pesan pero gracias a ellas vuela. Si le cortamos las alas es cuando no puede volar y se cae al suelo (Sermo 126). Su ayuda resulta liberadora. ¡Gracias Señor!


Simón David Castro Uzal sdavidcuzal@gmail.com para el 5 de Julio de 2020

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